jueves, 18 de septiembre de 2008

Kindergarden

En clase procuramos juntarnos los unos a los otros, por eso no compramos libros para todos y así aprendemos muy rápido a hablar labai gerei lituviskai. Pero las calefacciones no empiezan hasta que el termómetro baja de cero, y la nariz se pone roja, los extranejros corren por las calles y da gusto llegar cada noche a la siempre acogedora cocina del octavo (que ayer se convirtió en kindergarden).















2 comentarios:

Miguel Paz dijo...

Los extranjeros corren por las calles...curiosa forma de expresar que usted se siente ya lituana o erasmuniana, no sé. Después de Rosa Luxemburgo, Sara Kaunas!

Rana de ingle amarilla dijo...

Las imágenes en las que estás pidiendo un café parecen sacadas de una peli. Ahora entiendo cuando decías que eras la protagonista xD